Estudiant elecció social:
Aunque con este análisis podríamos escapar del resultado de imposibilidad de Arrow, debemos ser conscientes de las dificultades que acarrea. En primer lugar, la complejidad. En segundo lugar, pudiera ser el caso que algunas evaluaciones personales sean de discutible relevancia para la toma social de decisiones. A modo de ejemplo, citemos la conocida fábula de Esopo:
Viendo una zorra unos hermosos racimos de uvas ya maduras,
deseosa de comerlos, busca medio para alcanzarlos, pero no siéndole
posible de ningún modo, y viendo frustrado su deseo, dijo para
consolarse:
— Estas uvas no están maduras
La fábula de Esopo refleja un comportamiento conocido en Economía como “preferencias adaptativas”, según el cual, los deseos individuales pueden verse afectados por las limitaciones existentes, desvirtuando de este modo la verdadera evaluación de las alternativas. De este modo, la zorra puede valorar positivamente su actual situación, y de modo negativo situaciones a las que cree no poder acceder. Las valoraciones mentales de la mujer maltratada, la persona contratada en situaciones de extrema explotación laboral, o la respuesta ante determinados secuestros (el llamado síndrome de Estocolmo) muestran en el más crudo de los extremos, las dificultades de valorar los estados mentales individuales.
No es por tanto difícil de pensar que la ciencia económica haya optado por tanto, en numerosas ocasiones, por utilizar índices objetivos de bienestar (individual y colectivo) como la renta, la educación, etc, aunque con ellos se pierda buena parte de la información relevante para la toma de decisiones colectivas.
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