Continuant amb
entrevistes a autors en promoció: Misha Glenny a El Pais, a punt d'estrenar un llibre sobre la màfia. Des que vaig topar amb
Peter Robb que el tema m'enganxa, així que, a veure quines coses ens explica:
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Sin embargo, es cierto que, en un mundo globalizado, las mafias de Europa del Este, sobre todo búlgaras y kosovares, se han hecho muy poderosas, por ejemplo, en España?
Esta idea de que, si mantienes a un país fuera de la UE, sus redes de crimen organizado no pueden entrar es falsa. Si perteneces al crimen organizado, siempre puedes cruzar una frontera; es la gente normal, los fontaneros, los camareros, los que son discriminados si se mantienen cerradas las fronteras. (...)
¿Es ése el motivo por el que Kosovo, que cuenta con un 50% de desempleo, es considerado por algunos como una pequeña Colombia en Europa?
No es una Colombia porque no produce cocaína. (...) La combinación de una economía que decrece y de un paro galopante, más las mujeres y la heroína, sólo puede convertir a Kosovo en un Estado mafioso. Se ha trabajado muy poco en un asunto esencial: cómo funciona este Estado. Ahora mismo hay cinco autoridades a la vez, y ninguna sabe lo que hace la otra. Lo único que funciona en medio de estas situaciones caóticas es la mafia.
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¿Es su teoría del buen gánster?
Sí, son personas que en tiempos de cambios revolucionarios proveen empleos y consiguen que los servicios funcionen. Aunque está integrada por tipos bastante siniestros, la mafia rusa entró, en sus orígenes, en esta categoría. Fueron las personas que manejaron la transición al capitalismo, porque el Estado era sencillamente incapaz de hacerlo. Y eso ocurrió en muchos otros lugares de Europa del Este. La ausencia del Estado permitió en Rusia el robo masivo de los inmensos recursos naturales del país. El problema que se produce cuando la mafia se convierte en reguladora del mercado es que no hay ningún tipo de responsabilidad democrática, ni de transparencia. El dinero se queda en la parte alta de la organización, aunque hay gente que les respeta porque consiguen empleo.
Siempre se ha dicho que la principal diferencia entre la Mafia y la Camorra es que la organización siciliana, al tener una cúpula estructurada, es mucho más discreta en los últimos años que la organización napolitana, que vive en medio del caos con familias enfrentadas? ¿Las cosas son mucho más peligrosas cuando no hay un jefe claro?
Lo que ocurrió al principio de los noventa es que se produjo un cambio en la forma en que el crimen organizado se entendía a sí mismo y sus negocios. Las estructuras tradicionales de la mafia de Nueva York y de Sicilia eran antiguas y muy poco eficientes. Lo que la gente comenzó a entender es que conceptos como la familia o la lealtad son valiosos hasta cierto punto, pero los intereses económicos son más importantes. Estados Unidos introdujo una legislación en los setenta, aunque no se comenzó a aplicar hasta los ochenta, que ha sido el arma más eficaz contra el crimen organizado: RICO. A causa de las estructuras familiares es mucho más fácil utilizar RICO porque es una ley que permite procesar a alguien sólo por pertenecer a un grupo criminal, sin necesidad de haber cometido ningún delito concreto. Otras estructuras mafiosas se mostraron mucho más descentralizadas, como la Camorra o la ?Ndrangheta. Y es un fenómeno más acentuado en las mafias colombianas o rusas, que están preparadas para que les corten la cabeza, para que el capo sea detenido, y que el cuerpo pueda seguir funcionando. Cuando el cartel de Cali fue descabezado en los años noventa no pasó nada con el precio de la coca en Nueva York. Aplicar la ley es muy difícil porque las estructuras mafiosas han aprendido de sus debilidades del pasado.
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La guerra contra los narcóticos en Afganistán parece casi imposible de ganar. ¿Representaría la legalización de las drogas un gran golpe para las mafias?
Los talibanes van a ganar esa guerra, estoy seguro. La guerra contra las drogas es lo que llamo 'el traje nuevo del emperador'. El emperador está desnudo, pero nadie se atreve a decirlo, es una lucha que empezó en los años veinte o, en su forma moderna, con la presidencia de Reagan. La guerra contra las drogas garantiza al crimen organizado unos recursos económicos gigantescos en todo el mundo. Hablé con varios grandes exportadores de marihuana en Canadá y todos estaban contra la legalización porque viven muy bien gracias a la prohibición. Los criminales están totalmente de acuerdo con los tipos en Washington que quieren mantener las políticas actuales. En Afganistán y en Colombia significa los talibanes y la guerrilla de las FARC, que no serían capaces de mantenerse sin la industria del opio y la cocaína. Y estamos perdiendo la guerra en Afganistán a causa de esa inútil guerra contra la droga. Hay que elegir: ¿queremos vencer a Al Qaeda o no? Si queremos derrotar a esa organización, tenemos que redefinir la política sobre las drogas. No significa una legalización total inmediata, se pueden dar pasos intermedios, pero a largo plazo es una locura. Cuando hablo con políticos sobre esto, lo fascinante es que, en privado, te dicen que tienen que dar este paso: y me refiero a policías, políticos y altos funcionarios con mucha experiencia. Todos confiesan en privado que hay que hacer algo, pero en público todo el mundo tiene demasiado miedo para reconocerlo.
¿La guerra contra el terrorismo de Bush ha sido buena, mala o indiferente en la lucha contra el crimen organizado global?
En 1995, el presidente Bill Clinton dio un discurso en Naciones Unidas en el que trazó una equivalencia entre la lucha contra la mafia y contra el terrorismo. Fue él quien acuñó la frase del lado oscuro de la globalización. Cuando llegó Bush al poder desmanteló las estructuras de lucha contra el lavado de dinero que Clinton había organizado porque estaba convencido de que dañaban la competitividad de los bancos estadounidenses. Ésa es una de las claves, porque si llegas a su dinero es cuando realmente les haces daño. El crimen organizado comenzó a hacer más dinero que nunca. Después del 11-S, los servicios de seguridad de Estados Unidos no sabían dónde encontrar el dinero precisamente porque esas estructuras habían sido desmanteladas. La gran diferencia no está en los métodos, sino en que organizaciones como Al Qaeda tienen objetivos mucho más políticos, como acabar con la civilización occidental, y el crimen organizado no: quieren el dinero, la diversión, los Ferrari, las cosas materiales.
Supongo que habrá grandes zonas de sombra en las que Al Qaeda y el crimen organizado coinciden para financiarse.
Sí. En la triple frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina sabemos que Al Qaeda está presente, al igual que en el negocio de los diamantes de sangre. Lo que les conecta es la economía en la sombra. Puedes perseguir a Osama Bin Laden en las montañas entre Pakistán y Afganistán, pero mientras no combatas sus medios de financiación, no vas a acabar con Al Qaeda. Tienes que ir a las fuentes del problema, que están en la economía en la sombra y no en esa estrategia ridícula de Bush y Blair, basada en grandes medios militares preparados para invadir países.
Ha citado a Los Soprano. ¿No cree que series como ésta pueden haber trivializado la imagen que tenemos de la mafia?
En absoluto. Hay dos series alucinantes que creo que retratan la mafia de forma totalmente realista: Los Soprano y The Wire (!! !!). Son retratos maravillosos y han hecho más para comprender el crimen organizado que cualquier otra cosa, ya sea en televisión, en libros, en campañas policiales? Olvídate de todo: si quieres entender cuáles son los motivos del crimen organizado, sus formas de actuación, tienes que ver estas series, porque te muestran cómo actúan, cómo buscan sus oportunidades de negocio, y muestran a los mafiosos como actores racionales.