Monday, November 17, 2008

Espies i coses pitjors.

Como yo era el único miembro de la sección que quedaba hoy en la oficina, me enviaron urgentemente en la motocicleta para atender la petición mas urgente, a Afragola, donde un comandante de infantería estaba convencido por los informes locales de que una ujer del pueblo era una espía. En este caso concreto, las pruebas habían sido transmitiadas sobre todo mediante gestos que el comandanteno había interpretado bien. Parece ser que los aldeanos habían intentado explicarle que la mujer era una bruja y que si dejaban que echara mal de ojo al suministro de agua de la unidad no podrían beberla.

Nápoles 1944
Norman Lewis

2 comments:

Pons said...

- Y que más se quema?
- Más brujas!

Anonymous said...

No sé per què diu que el comandant no va interpretar correctament el perill que aquesta dona suposava.