Wednesday, November 01, 2006

Sobre males costums a taula

Seguint amb l'evolució de les bones maneres a l'hora de menjar:


"Las fiestas de la Cosa Nostra son antes que las demás. Para la mafia, el año acaba el 30 de noviembre, y cuando en 1982 el jefe Rosario Riccobono recibió una invitación a comer ese dia con Riina y Brusca (...), él y todos sus picciotti se pusieron sus mejores trajes. Riccobono era un poderoso jefe de un territorio grande y rico, y se había aliado con los corleoneses, traicionando a muerte a sus antiguos amigos. La invitación para la fiesta era costumbre, como lo era que todos sus picciotti fuesen invitados ese mismo día a la barbacoa para mas de sesenta comensales en la elegante y cercana casa de campo de Michele Greco (...). De hecho Riccobono era lo bastante poderoso para que Riina lo considerara un peligro, y Riina necesitaba urgentemente su amplio territorio para premiar a otros aliados con ambiciones propias. (...) Cuando Riccobono llegó de Palermo a eso de las once de la mañana lo recibió el viejo Brusca, que lo besó, cogió su arma y lo acompañó a la mesa que presidia Riina.
(...) Los tres guardaespaldas de Riccobono comieron en otra habitación con Giovanni Brusca y Baldassare Di Maggio. La comida fue interminable, con infinidad de platos y vinos. Al terminar Riccobono cayó en el sopor de la digestión. Entonces Greco y el viejo Brusca lo sujetaron y Totò Riina se lanzó en su garganta. Lo estranguló en apenas tres minutos. Al oir un silbido, el joven Brusca y Di Maggio, que había bebido poco y comido menos, saltaron sobre los guardaespaldas y los estrangularon con unas cuerdas. Los cadaveres tardaron una eternidad en deshacerse en los bidones de ácido, quizá por la culpa de la lluvia de aquel dia. Luego, a lo largo de toda la tarde y toda la noche, los hombres de Riccobono fueron cayendo uno por uno en la casa de Greco. Ocurrió tan deprisa que nadie se dió cuenta de lo que pasaba. A algunos les estrangularon mientras paseaban por el jardin, a otros los dispararon en la casa. Los enterraron en cal viva o los disolvieron en ácido. Los pocos muchachos de Riccobono que no habían ido a la fiesta murieron en Palermo los dos días siguientes. No quedó ninguno. "



Medianoche en Sicilia
Peter Robb

1 comment:

Pons said...

Coses de familia...